martes, 21 de abril de 2009

El consumo de sedantes se dispara en los dos últimos años a consecuencia de la crisis


Según datos de la Fundación para el estudio, prevención y asistencia a las drogodependencias, en el último año 115.681 personas siguieron un tratamiento con tranquilizantes en la Comunitat Valenciana (lugar de estudio), mientras que 90.533 los tomaron de vez en cuando (4.009 más que en 2006), la mayoría, angustiados por la crisis.

En total, 206.214 personas se relajaron con tranquilizantes, 9.131 más (+4,4%) que en 2006. Un 78,7% de los consumidores los tomaron por primera vez a los 22 años.

La jefa de servicio de la unidad de Psiquiatría del Hospital de Sant Joan de Alicante, María Angustias Olivera, explica que como una ayuda para mitigar los problemas de la crisis, "toman tranquilizantes de modo ocasional".

Aun así, advierte de que las pastillas "no solucionan los problemas pero ayudan a los pacientes ansiosos y agobiados". Tan sólo "el 25% cumple el tratamiento correctamente", pues es una medicina fácil de tomar sin que un médico lo haya prescrito, pues "en casi todas las casas hay alguien que los toma, y muchos médicos de familia los dan".

En estos momentos de dificultades económicas, suelen comenzar a tomarlos "personas que nunca los han ingerido, porque están más nerviosos e irritables".

Según la psiquiatra, para mitigar la ansiedad y los miedos derivados que generan los problemas laborales, "hay personas que, en vez de tomar pastillas, prefieren relajarse y olvidar bebiendo alcohol", algo que puede traerles más problemas.

No es fácil ser adicto

Respecto al peligro de engancharse a este tipo de pastillas, no es frecuente, pues "tan sólo el 7% de la población es vulnerable a cualquier adicción".

Algunos pacientes que tienen mucha ansiedad, tienen problemas para dejar la medicación, pues hay tranquilizantes que tienen un potencial adictivo que, afortunadamente, está muy controlado, pues las medicinas se compran sólo con receta, en especial las más fuertes. Aun así, hay "mucha leyenda negra al respecto que viene de los Estados Unidos", pues no tienen porqué crear adicción.

También con hipnosis

El hipnoterapeuta alicantino Ángel Mollá trata a pacientes con ansiedad, generada en muchas ocasiones por los problemas derivados del trabajo o de la crisis económica. Antonio, de 45 años, acude a hipnosis para tratar la ansiedad que le generan los negocios. "Cuando voy a la sesión puedo dejar las pastillas para dormir por una temporada. Fui antes a psicólogos y psiquiatras, que no me dieron soluciones. Ahora, gracias a una dieta y la hipnosis, los nervios no me hacen vomitar".

¿Son buenos?

¿Cuándo se recetan? Se somete a los pacientes a este tratamiento como complemento a la terapia psicológica o, a veces, desde el principio, porque llegan en unas condiciones en las que no se puede trabajar con ellos.

¿Cómo actúan? Los tranquilizantes actúan sobre determinados receptores del cerebro y mitigan el insomnio.

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